El pelotón suicida
Por: *Germán Vargas Lleras*
Celebro que la bancada del partido al cual pertenezco, resistiendo halagos y ofrecimientos, decidiera no votar la reforma tributaria y no entrar al lodazal de la tradicional negociación de artículos y comas. Entendieron las repercusiones que traería para el país aprobar una reforma en el momento más inoportuno para la reactivación económica y el empleo.
Categóricamente expresaron un NO a los incrementos superiores al 300 % en la tributación de los asalariados con ingresos mensuales de entre 2,5 y 7,5 millones. Dijeron NO al gravamen a las pensiones. NO al nuevo impuesto denominado solidario del 10 % mensual a salarios e ingresos. NO a la insensatez de obligar a declarar renta a toda persona con ingresos anuales inferiores a 25 millones, cuyo recaudo sería casi nulo pero que con razón enfurecería a millones de colombianos. NO al desmonte de las deducciones para el ahorro privado, las cesantías, los intereses de vivienda, las pensiones y las cuentas de ahorro para el fomento de la vivienda. NO al desmonte de las deducciones para la construcción de vivienda de interés prioritario, sin las cuales no se volvería a construir una vivienda y se perderían 400.000 empleos. NO al IVA del 19 % a los servicios públicos, cuyas tarifas ya se han vuelto impagables. NO a revivir el impuesto a la riqueza, expropiatorio de los patrimonios. NO a las facultades extraordinarias para adelantar una reforma del Estado, que nadie ha explicado. NO al incremento al impuesto a las sociedades, dizque transitorio. Y no sigo, pues me haría interminable.
Cuando pasemos este calvario llegará el momento de pensar en los temas de la tributación, pero no en medio de la pandemia con la gente enferma, pobre y sin empleo y, lo peor, superresentida. Un suicidio político colectivo, agregaría yo. Con la decisión que esta semana tomará el Partido Liberal, el Gobierno no tendrá mayorías para sacar adelante este proyecto. Lo razonable es que retiren este adefesio que no deja títere con cabeza, acojan las recomendaciones de la comisión de expertos que el propio Gobierno convocó, instalen una mesa técnica para explorar opciones y elaboren una propuesta menos ambiciosa pero más realista y aterrizada.
Sorprenden las declaraciones del Presidente del Banco de la República cuando manifiesta que hay que resolver el problema fiscal porque las calificadoras de riesgo nos pueden bajar el grado de inversión. Insólito. Todos los países del mundo en esta pandemia han aumentado el déficit fiscal, pues su principal preocupación es cómo van a reactivar la economía y el empleo. El último de sus problemas es el déficit fiscal. Así lo entendieron la Reserva Federal y la Secretaría del Tesoro en EE. UU., el Fondo Monetario y el Banco Mundial y el Banco Central Europeo, en donde, sin excepción, se han ocupado de dar liquidez a las economías. Los tuvo sin cuidado lo que opinaran las calificadoras de riesgo. Pero aquí no. Nuestro flamante banco central, solo preocupado por lo que opinen las calificadoras de riesgo.
La reforma tributaria y la lentitud en la vacunación empiezan a pasar su cuenta de cobro en términos de opinión pública. La encuesta de Gallup de esta semana da a Petro como indiscutible ganador en una vuelta y seguro presidente en 2022. El Gobierno sigue perdiendo apoyo, y esta reforma, de aprobarse, será la gota que rebose la copa. Qué torpeza, qué equivocación.
La solución para pasar este periodo de pandemia y recuperación económica la ha dado el propio ministro Carrasquilla: plan de austeridad que representa, según él, 15 billones, venta de ISA; otros 15 billones, venta de una nueva participación en Ecopetrol; liquidación rápida de activos de la SAE, que tanto se ha anunciado, y una acción contundente contra el contrabando y la evasión. Con solo algunas de estas propuestas, no tendríamos que hacer reforma tributaria este año.
Y qué se habrán hecho los candidatos presidenciales: Ni una palabra de Peñalosa, Fico, Galán, De la Calle, la ‘Vice’, ni de Fajardo, por supuesto. ¿Van a pasar de agache? ¿Y Dilian Francisca y el partido de ‘la U’ estarán pensando también en suicidarse? De ser así, es mejor que se apresuren porque los servicios funerarios también los van a gravar con IVA.