Miles de familias que viven de la pesca artesanal en el río Magdalena podrán acceder a recursos económicos y programas sociales para la generación de ingresos durante los periodos de veda, durante los cuales no pueden realizar sus actividades habituales. Además de los beneficios económicos, la Ley evitará la pesca clandestina en tiempos de veda, en pro de proteger la fauna y preservar los ecosistemas que rodean el principal afluente de Colombia.