Se eliminan las barreras administrativas en el sistema de salud para niños y niñas con cáncer y garantiza una atención integral, prioritaria y continuada en todos los servicios de salud y la autorización se convierte en un trámite interno entre prestadores y EPS. Permite que los prestadores de servicios de salud de esta patología reciban sus pagos con prelación, a través del mecanismo de giro directo.